sábado, 18 de agosto de 2012

Sinceridad

No se si será la falta de sueño, las 24 horas al día juntos, la maternidad al cuadrado, o todo a la vez, pero estos días tengo con lechón muy poquita paciencia. Su papá en cambio tiene más que nunca así que es una suerte para todos que compense mis gruñidos con muchas horas de juegos y algo de calma.

Lechón se venga de mí con frases como ésta en un momento de cariño marternofilial en el sofá:

Mami dice: "te quiero"
Lechón: "yo también te quiero mami, y al hermanito más... Digo no, a tí y a Julio os quiero lo mismo... Pero a papi más eh!" y añade, por si no me había quedado claro: "A papi le quiero más que a ti y al hermanito"

Sinceridad ante todo

jueves, 9 de agosto de 2012

Lactancia mixta: Ventajas y Desventajas

Como os comentaba, estoy alimentando a boquerón con un híbrido entre lactancia materna y artificial que recibe el nombre de lactancia mixta. Este tipo de lactancia se puede llevar a cabo de distintas maneras: bien alternando tomas de leche materna y tomas de leche de fórmula, o bien ofreciendo en cada toma primero el pecho y después el biberón. En mi opinión la segunda forma es la mejor, ya que ofrece al bebé en cada toma los beneficios de la lactancia materna, y además no compromete tanto la producción de leche de la madre.

En todo caso, no hay que engañarse y la lactancia mixta va a provocar una disminución en la producción de leche de la madre, y una vez que ésto empieza es muy difícil dar marcha atrás. Es posible además, que el bebé se acostumbre a la facilidad con la que saca la leche del biberón, se haga comodón y decida mamar cada vez menos, lo que daría al traste con la lactancia materna.

Desde que empecé con los bibes, éste ha sido mi caballo de batalla y he tratado de ser muy disciplinada y ofrecer al bebé, siempre siempre,  el pecho primero, y asegurarme de que lo vacíe completamente antes de darle el bibe (o, de lo contrario, sacar el sobrante con un sacaleches). Además, para paliar en algo el riesgo de que el bebé renuncie al pecho, compré biberones especiales para la lactancia mixta, con una forma más parecida a la de la mama que los bibes normales, y que le obligan a succionar de forma muy parecida a como lo haría con el pecho. Los hay de varias marcas, los que yo tengo son de Tommee Tippee y me están gustando mucho. Por ahora boquerón acepta pecho y bibe con el mismo entusiasmo, aunque  se enfada cuando lleva más o menos quince minutos en el pecho y vé que la leche empieza ya a escasear.

Pese a estos riesgos, en los casos en los que la producción de leche es justita, la lactancia mixta ofrece para la madre (no tanto para el niño admitámoslo) algunas ventajas:

- Permite "compartir" la lactancia y que el padre colabore de una forma más activa en la crianza del bebé, de forma que se forme un vínculo con el papá desde bién pequeñito.
- La leche de fórmula tarda más en digerirse y provoca en el bebé una mayor sensación de saciedad, así que ofrecer un biberón después de la teta, aumenta el tiempo entre tomas lo que supone un pequeño descanso. En mi caso, mientras las tomas eran cada hora y media con lactancia materna, se han espaciado a tres horas o más al incorporar el bibe. Y por la noche ha pasado de estar la noche entera sin soltar la teta a dormir unas cuatro horas del tirón.
-Permite tener dos opciones a la hora de calmar al bebé cuando llora: pecho o bibe. Hay veces que, si tiene sed, calor o solo mimos, se queda muy feliz con el pecho y casi no necesito darle después el bibe. Sin embargo, si han pasado más de tres horas desde la última toma y tiene mucha hambre, el bibe le deja mucho más satisfecho.

Pero no hay que obviar las numerosas desventajas de la lactancia mixta, que superan con mucho a las primeras:

-El precio y los costes "logísticos": biberones, leche de fórmula, esterilización, preparación... sin duda esta opción es mucho más engorrosa y cara que la lactancia materna.
- Las tomas son eternas, ya que a la media hora o más de pecho hay que sumarle el bibe, con su preparación e ingesta, y nos ponemos en una hora o a veces más.
- La leche de fórmula se digiere peor, provoca más estreñimiento, regurgitaciones, gases, cólicos, etc. Nosotros ya hemos sufrido unas cosas y otras, y el pobre boquerón lo pasa fatal con los gases, le cuesta mucho hacer caca y regurgita bastante después de las tomas.

Sin duda, y como os decía en el anterior post, la mejor opción es la lactancia materna exclusiva, y me encantaría tener la capacidad de alimentar a mi hijo exclusivamente con ella. Pero cuando no se puede, la lactancia mixta es una opción que, bién llevada, puede permitir a la madre y al bebé descansar un poco más mientras no renuncian del todo a los beneficios de la lactancia materna.
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